El maiz xhuba huiini persiste como centro de la vida comunal en Ixtepec, oaxaca

Desde hace cientos de años, las abuelas y los abuelos ya cultivaban el maiz xhuba huiini en sus milpas, entre los vientos y sol intensos de la región del istmo. El xhuba huiini (zapalote chico) es un maíz propio, que se adaptó a las condiciones de las tierras ixtepecanas, convirtiéndose en la base de nuestra alimentación, cultura e identidad, como la conexión más profunda con la madre tierra.

Desafortunadamente en la actualidad, su cultivo está en riesgo por la escasez de lluvias debido al cambio climático, los daños al suelo por herbicidas, la introducción de cultivos industriales, el relevo generacional y pérdida de identidad cultural, escasa rentabilidad en el mercado, entre otras causas...

Por esos motivos surgió el proyecto: MEJORAMIENTO PARTICIPATIVO DE MAÍZ XHUBA HUINI (ZAPALOTE CHICO), como lo hacían nuestros antepasados, seleccionando las semillas más aptas para proveer de alimento a la comunidad, ante las adversidades de los nuevos tiempos.

Este proyecto de MEJORAMIENTO impulsado por el ing. Rolando Hernández y la mtra. Alicia Antonio, inició en el año 2024 con el respaldo de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca UACO #CUCIxtepec, el Consejo Comunitario Ndani Guesa y el Fondo de Acción Solidaria (Fasol).

En él participan miembros de la Sociedad Agrícola Local, Comuneros, Productores, Grupos de trabajo (Monte Grande, Xhivaniza, Arrollo Banderilla, Familias Geromeñas, Beneficiarios del programa abasto seguro de maíz), proporcionando muestras de maíces cultivados en la población ixtepecana y como ayudantes-aprendices, las estudiantes de Sistemas Alimentarios Sustentables de la #UACO CUC Ixtepec.

El proyecto avanza etapa por etapa, en la SELECCIÓN MASAL ESTRATIFICADA in situ, que es una práctica de mejoramiento desarrollada por las sociedades Mesoamericanas en su evolución en la época prehispánica, un método antiguo y sencillo, que consiste en la selección de plantas por sus características visibles, para mejorar los rendimientos, el campesino selecciona lo que desee (Grano, Sabor, Rusticidad, Precocidad, Follaje – rastrojo, Color, etc.).

La segunda etapa, en proceso, con la asesoría del M.C. Flavio Aragón Cuevas, experto en maíces nativos, es el MEJORAMIENTO PARTICIPATIVO, que tiene entre sus objetivos poner al xhuba huiini como la piedra angular en la transición hacia una soberanía alimentaria en Ixtepec, Oaxaca.

En este contexto, el pasado domingo 26 de octubre, como actividad de la asignatura que imparte el ing Rolando Hernández y la mtra. Alicia Antonio, las y los estudiantes de las licenciaturas en Sistemas Alimentarios Sustentables, Comunicación Comunal y Salud Integral Comunitaria acudieron al encuentro de campesinos que pertenecen al Programa Abasto Seguro de Maiz, en la Huana Milpería, donde pudieron conversar y saber de viva fuente el esfuerzo que se realiza y lo que hace falta para cuidar y cultivar el xhuba huiini en Ixtepec.

GUARDIANAS Y GUARDIANES DEL XHUBA HUINI

Es importante destacar que desde hace más de un siglo, Ixtepec cuenta con la Asociación Agrícola Local “Paso Sanjuanero” creada en 1898 por campesinos zapotecos de Ixtepec, con el fin de construir y operar un sistema comunitario de riego de las milpas que alimentan a la comunidad. No surge como una organización para regularizar la tenencia de la tierra, sino como la necesidad de producir alimentos para soportar las hambrunas de finales de 1890.

Desde entonces, la Asociación gestiona de forma equitativa y autónoma el agua como bien común, realizando el mantenimiento y operación del sistema de riego a través del trabajo en común y de la rotación de tareas y responsabilidades. Su historia está profundamente ligada a la organización campesina de los pueblos del istmo y se ha mantenido en funcionamiento por 127 años enfrentando desde su asamblea y el tequio, las sequías, desastres naturales, crisis económicas y megaproyectos extractivistas que atentan contra la vida y el territorio de Ixtepec.

El riego permite a los campesinos producir dos cosechas anuales de xhuba huiini (maíz zapalote chico), la variedad nativa de maíz que fundamenta la identidad del pueblo zapoteca del Istmo. El xhuba huiini sustenta la economía de los barrios originarios, donde las mujeres producen totopos, distintas variedades de tamales y de atoles, pozol, chileatole, pinol, xheebelabihui (mole de maíz tostado), tortillas de comezcal, y otros alimentos sanos y sabrosos para sus familias y para los mercados locales.

LOS CUERPOS DE MAÍZ

Nuestro gran amigo Gustavo Esteva, fundador de la Universidad de la Tierra en Oaxaca nos relataba que platicando con Guillermo Bonfil decían que: “El maíz no existía en nuestro país; es creación de nuestros ancestros en diálogo con la naturaleza, pero al hacer el maíz, también nos inventó. Por ello, cuidarlo, y lo que significa en México, sigue siendo un reto de enorme importancia”.

En esta conexión profunda entre el xhuba huini y la cultura, cabe mencionar parte del ritual que se realiza en Ixtepec cuando una persona fallece. Se coloca arena en el piso y se siembra maíz donde reposó la persona difunta antes de llevarla al panteón. A los 9 días se recoge “el cuerpo” (en una cubeta se echa la arena y las plantitas de maíz) a las 12 de la noche, los hombres lo llevan al río con el propósito de que su alma se vaya al más allá. Al inframundo. Durante 30 minutos más o menos se platica sobre el muerto esperando que los perros lo ayuden a cruzar. Es la costumbre, se dice. Alfredo López Austin narra sobre la mitología mesoamericana inscrita en el Códice Vaticano que, al morir, tras un largo recorrido de cuatro años por los nueve niveles o pisos del inframundo, los muertos al llegar a Mictlan se liberaban finalmente de su “tonalli”, su alma, logrando así el descanso anhelado.

El primer nivel es Itzcuitlán, “el lugar de los perros”, en este lugar los difuntos tenían que cruzar un rio ancho y para atravesarlo requerían la fuerza de un perro que lo ayudaba a cruzar nadando. En Izmictlan Apochcalocan tenía que para pasar por un valle de nueve hondos ríos (desde las nueve aguas) antes de llegar a Mictlan, lugar donde habitaban Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, los señores de la muerte.

En Ixtepec hay una leyenda que algunos abuelos cuentan, de que hace muchos años había una señora que vendía en el mercado y era conocida por su carácter fuerte y temperamento explosivo. En su casa tenía varios perros a los que nunca daba de comer, a pesar de que era costumbre entre los ancianos zapotecas otorgarles a los perros negros una tortilla de la mesa, aunque ésta fuera muy pobre.

Un día, la señora murió. Al llegar a la ribera de un río de sangre, estaban dos perros; el de color blanco no quiso pasarla a la otra orilla, el otro negro no quiso guiarla porque nunca dio de comer a sus perros.

En la cultura zapoteca los ancianos aseguran que el alma tiene que pasar un gran río, en la rivera del cual están dos perros: uno blanco y otro negro. El perro blanco se niega a transportar al difunto a la otra orilla porque dice que se va a ensuciar. Es el perro negro quien se ofrece a realizar esta actividad. Por eso los que saben, los tratan bien.

Mayor información sobre la situación del maíz en México: https://www.jornada.com.mx/.../la-custodia-del-maiz.../....

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